domingo, 21 de febrero de 2010

Esperando al Otoño


A los 8 años ya filosofaba acerca de lo que me depararía la vida. Quiénes somos, a dónde vamos, de dónde venimos… son preguntas demasiado existenciales para una mente tan pequeña. En forma de poema sentencié que el destino me enseñaría el camino a su debido tiempo.

Caminé y caminé durante 16 años por calles estrechas y lúgubres de la vida, pero ya me cansé; me senté a esperar la llegada del destino y no me pienso mover; el me encontrará, 


¡sabe donde estoy!